Hay ocasiones en que simplemente lo siento así y me masturbo rápidamente y ya está. Y me extraña. Por ejemplo, una vez reciente, de necesitarlo y correrme en un momento, en dos o tres minutos, o aun antes. Y sentir una sensación muy fuerte y muy placentera. Y extrañarme al recordar situaciones pasadas en que correrme veloz me hacía sentir mal. Porque si cuando nos encontramos a solas con la otra persona, resulta que el otro, la otra, o bien , nos quitamos todas y cada una de las prótesis, complementos y demás decoración, posiblemente descubramos la peor patraña. Y no vamos a estar seguros de de qué forma somos en realidad. Al menos por fuera. Retírese durante un momento a otra habitación, y luego salga con un minivestido de mala calidad, del tipo que puede obtener en cualquier tienda departamental del género de adolescentes a precios económicos. Debajo, emplea solo una tanga y termina el atuendo con unos tacones. No se preocupe por no saber qué hacer, solo elija música que le haga sentir verdaderamente sensual y déjese llevar. Si precisas una guía para la música, elegiría el rock ‘n’ roll, el hiphop o bien el pop; Esto te deja con un montón de opciones. Bailar en el regazo es más simple que en el club de baile normal porque básicamente se hace sentado (en este caso, a horcajadas sobre tu hombre), conque concentras tus movimientos desde la cintura cara arriba.
Mensaje privado a su perfil
Las diversas culturas y prácticas orientales, desde el yoga al tai chi pasando por el aikido, han remarcado la naturaleza energética del cuerpo. El cuerpo, para estas filosofías, es un campo de energía. Que a esa energía o fuerza se la denomine prana, chi o bien ki no importa. El principio que se recoge en todas y cada una y que es común a todas es el siguiente: la conciencia del cuerpo, llevada a sus niveles más profundos, deja probar y captar de manera directa esa energía. La captación y experimentación de esa energía va a ser, además de esto, un genial camino de desarrollo personal. La infidelidad no sucede pues sí. Hubo muchos instantes a lo largo de los que tu marido tomóla decisión de hacer cosas que no debía haber hecho. Error número uno: decidiópasar un rato con una mujer que encontrósexualmente atractiva. Fallo número dos: decidióser condescendiente con la conducta coqueta y las indirectas sexuales estando con ella. Error número tres: decidiósubir a la habitación del hotel con esa mujer. Fallo número cuatro: decidiódecirle que le atraía. Error número cinco: decidióbesarla. Error número seis: decidióno dejarlo ahíy continuócon caricias sobre su cuerpo. Fallo número siete: se percatóde que se estaba excitando y decidiócontinuar… Y no es preciso desgranar los detalles de los errores números 8, nueve, diez, etc.¿Lo coges? Nadie le forzóa engañarte. tomóla decisión de romper las promesas maritales en aquella noche muchas veces.
Algunas de estas discusiones ocurren por algo muy específico que pasó y con lo que uno o ninguno de los dos miembros de la pareja está presto a transigir o bien dejar pasar, puede ser algo muy grave, como lo sería una infidelidad, algo que pasó entre la familia, un tema con nuestros hijos si los tuviéramos o algo íntimo y personal de cada uno de ellos, de tal manera que, si no se pone remedio, esto puede ser una de las causas más importantes que pueda sucederse para que se produzca una rotura. Esta complejidad nos imanta pues el dolor que causa un género de relación basada en chocar una y otra vez con un obstáculo o tropezar continuamente en exactamente la misma piedra es de forma sistemática confundido con una auténtica pasión cariñosa. Cuanto más incomprendido, perseguido o prohibido es ese amor, mayor es su intensidad pasional. Puede que le sorprenda, señor Jay, que también rasque mi pluma contra el pergamino mientras arrastro mi personaje imaginario mediante las alcantarillas de este y otros sitios. Quizás debamos cotejar artículos cerca del final de la vira. ¿Quién sabe? Y sí, mi amor, tienes mi permiso,
78: siendo el premio
La soga no debe rodear jamás el cuello. Los nudos no van a ser resbaladizos ni tendrán demasiada presión. Y va a haber que tener unas tijeras a mano. Si la atadura no es adecuada, hay riesgo de lesión en nervios y músculos, hematomas y heridas. Ante cualquier síntoma de molestia, cosquilleo, adormecimiento, pérdida de la función motora, habrá que retirar la cuerda de manera inmediata. Hay daños que pueden ser irreversibles. No es preciso que cada uno invente la pólvora, podemos servirnos de la experiencia y de los inventos de otros. Existen muchísimos escritos de autoayuda, como test y cuestionarios de personalidad, aptitudes y actitudes que nos pueden ser útiles. Puesto que bien, aunque podría decírtelo, realmente solo se trataría de un mero juego de palabras. Esto es, los genes nos han programado para perseguir cosas diferentes en nuestros compañeros sexuales, conforme seamos hombres o mujeres. No obstante, todas y cada una ellas obedecen a un mismo concepto: VSR. Eres el único responsable de la calidad de tu sangre, de la calidad de tus huesos, de tu linfa, de tus músculos, de tu piel y de tu próstata. La calidad de tu vida depende en gran de aquello que introduces en tu cuerpo.
Consejos para cruzar la línea de acabado: construir resistencia
Hay una creencia muy extendida en las culturas orientales (y que se ha hecho, en cierto modo, extensiva a la cultura occidental) que sostiene que yerbas como el ginseng o la damiana sirven para aumentar el vigor sexual y acrecentar la longevidad y que durante muchos siglos se han utilizado en la elaboración de pócimas o fármacos. Para hacerlo, como primera cosa hay que fortalecer el musculo responsable de tu orgasmo y de tu eyaculación: El musculo Pubococcigeo que debes identificar ya antes, si no sabes donde se encuentra. El modo mejor para hacerlo es el de hacer pipí y también procurar detener el flujo de esta. La próstata vendría a ser el punto G de los hombres. Como este, asimismo la próstata es una zona muy sensible a la estimulación sexual. De hecho, su simple estimulación puede llevar al hombre a la eyaculación. Esto debería bastar para convertir la estimulación prostática en una de las prácticas sexuales preferidas por los hombres, pero no es así. ¿El motivo? Los tabúes. Para acceder a la próstata y poder estimularla hay que acceder por el ano, y no todos y cada uno de los hombres están dispuestos a dejar que por su ano entre un dedo o, en su caso, un estimulador de la próstata. Para muchos hombres, todo lo que tenga que ver con la estimulación del ano masculino remite directamente a la homosexualidad. Los que superan este tabú habitúan a reiterar al descubrir las maravillosas sensaciones que se derivan del empleo de juguetes sexuales para estimular la próstata.
Y aunque para la mayor parte de las mujeres mil penetraciones cariñosas van a ser el paraíso, para otras que tengan menos deseo sexual van a ser el purgatorio. Si generalmente tu pareja tiene menos deseo que tú, debería descifrar el próximo blog para intentar ampliar su pasión y su placer. Lógicamente, si existen otras razones sicológicas más profundas que os impiden expresar totalmente vuestra identidad sexual, debéis despabilarse la ayuda de un terapeuta profesional. Te puedes enseñar dolido, insultado y como lo desees para poder sacar algún beneficio de una situación, mas jamás suprimes un contacto de una mujer, nunca la tratas con malas palabras o bien de manera grosera, jamás debes hacer algo que elimine la comunicación con ella, debes tener el suficiente autocontrol como para hacer a un lado tu molestia y continuar intentando más adelante. Los hombres y las mujeres gozaron del mismo poder, como se puede inducir de las manifestaciones artísticas (esculturas femeninas con realismo sexual), los enterramientos (sin diferencias entre los sexos) y las costumbres sociales que se han podido inferir de los restos hallados (DeMeo, 2000; Eisler, 2003; Taylor, 2008). Esto no impidió que prosiguiese existiendo una cierta separación de tareas entre hombres y mujeres, de manera que los primeros se encargaron de las más arriesgadas y con más movilidad (caza, cultivo, comercio), mientras que las mujeres realizaban las de menor movilidad (cultivo, cuidado doméstico) (Fagan, 2007; Hernando, 2012).
Buena chica y chico malo, o a la inversa
Si quieres tener el mejor de los encuentros … puedes tenerlo conmigo. Te voy a tratar de una manera tan agradable, que enseguida vas a sentir que estás con una amiga. Me gusta mucho charlar, que nos contemos cosas y conocernos un poco. Busco que lo pasemos lo mejor posible, por eso te trataré con mucho cariño y te transmitiré toda mi energía y evidentemente te enseñaré mi lado más apasionado … Se debe admitir por adelantado que existe una ineludible distancia entre lo soñado y lo real, entre ficción y realidad. La parte sumisa puede pensar, de forma fácil, que no ha estado a la altura de sus fantasías. Podemos imaginarnos encarando un dolor intenso con bravura y plenamente bajo el mando de una impresionantemente dominante hembra. La realidad física de un dolor puede ser un escollo contra el que estrellarse. Esa brecha entre sueño y realidad puede convertirse en un océano que no podremos navegar. Por eso hay que preverlo y relativizarlo. Hay que hacerse a la idea y aprender a relajarse y gozar tanto de la dimensión mental de la fantasía como de la intensidad física de la asamblea real.
Una diferencia esencial para cooperar sería el hecho de que ese hombre sea líder en su entorno, que se dé a respetar, en tanto que para nosotras tener un novio es sinónimo de orgullo, es gritarle al mundo: es mío, de nadie más. A su lado me siento respetada, valorada, protegida, etcétera. De ahí que no es atrayente, por lo menos para mí, alguien que sea enclenque y también inmaduro. Eso es lo que refiero a la entrada. Impenetrable Las otras formas de coito. Han existido de siempre y en todo momento y en todas las etnias. No son ni mejores ni peores, ni naturalmente inmorales. La ética y la moral no se sitúan en la zona genital, sino más arriba, en la forma respetuosa y solidaria de comportarnos con los demás, que decidimos desde nuestro cerebro. Mas, ya antes de lanzarse, indague, hable del tema con su pareja aprovechando instantes oportunos. Puede ser al presenciar una escena en una película. No debe ser necesariamente pornográfica. Aparecen en cualquier película… Y un día de estos, en algún telediario. Hay que respetar y aceptar la ideología y creencia del otro miembro de la pareja respecto al tema. No hay discusión posible, ni ayuda a la relación un convencimiento forzado. Son SUS ideas y SUS opiniones. Son eso, ideas, por tanto no están sometidas al argumento. Por esto no cambiamos al otro con argumentos. Además de esto, ¿Usted se dejaría cambiar SU afición, SU equipo de futbol ante un razonamiento sensato y razonado, que además concluyera insistentemente con el argumento de ya veras como te agrada, prueba, no pasa nada, todo el planeta lo hace?
Si algo hacemos todos constantemente es jugar con fuego y estar siempre flirteando con los límites. No estudiamos hasta que llega la fecha del examen, no nos ponemos a trabajar hasta el momento en que no tenemos un peso y no cuidamos el amor a menos que creamos que podemos perderlo. No me acuerdo cuándo se puso de moda en las entrevistas a conocidos preguntar: ¿perdonarías una infidelidad? Mas jamás en la vida respondería que sí, ni tan siquiera vacilaría con razonamientos inciertos como depende de la situación, etcéteras. Porque para la persona que tenga al lado, por más buena que sea, eso es como darle un par de vueltas gratis en infidelidad. Andá y fijate si te agrada la clase, total no tenés que pagar nada.